1. Rinde tu vida por completo a Dios
O sea.... Nacido de nuevo, pero también con una entrega total, e incondicional a Dios, vamos, lo que dice Lucas 9.23 vivido al pie de la letra.
2. Transfórmate en un discípulo: Deja que Dios transforme tu carácter.
Dios no utiliza gente que viva a su forma o en la carne. El utiliza personas transformadas en su carácter, obedientes a la palabra y comprometidas con el prójimo.
3. Apasiónate por lo que Dios se apasiona.
Que cada tribu, lengua, nación, etnia, venga y le conozca. En tu idioma o en otro... y que anheles que Dios te utilice para llevar la palabra a esas personas.
4. Mantén una vida de espiritualidad
Oración, ayuno, meditación de la Palabra tiene que ser parte de tu vida diaria, de tu respirar. Al llenarte de Dios y su palabra tendrás la visión de Dios sobre las cosas, y una conversación diaria con El que dará dirección y sentido a tu vida.
5. Descubre tus dones y talentos y ponlos en práctica
Descubre lo que Dios te ha confiado en tus manos y desarrollalo. El te guiará en ese proceso. El primer lugar para ponerlo en práctica es tu iglesia local. La iglesia local es el centro de toda la actividad de Dios y desde ahí El se mueve hacia afuera. Todo lo que tu desarrolles en tu iglesia local, el lo usara afuera.
Pídele a Dios que te muestre tu lugar de edificación en el Reino. Aquello por lo que vibrarás, llorarás y emocionarás hasta que no lo veas cumplido. Una vez lo tengas claro traza un plan, sabiendo que en el camino Dios podrá cambiar cosas, pero trázalo e inmediatamente establece metas para alcanzarlo. Luego toma decisiones en el día a día que te lleven a cumplirlo. Decisiones de carácter, de estudio, de trabajo, de pareja, etc. Todas cuentan en base a lo que Dios te dijo, y gástate en ese plan!
7. Vive bajo autoridad: Sométete a tus autoridades
Dios no bendice a nadie que no este bajo autoridad. Es un principio bíblico. Debes estar en sujeción y autoridad para que Dios respalde y bendiga lo que esta poniendo en tu mano. Unicamente sometido a las autoridades modelaras una verdadera autoridad espiritual, y eso respaldara tu vida y ministerio siempre.
8. Asóciate, únete a aquellos que son espirituales y viven para el Reino
No quiero decir que te apartes de los no cristianos, o cristianos que no están alineados contigo, te sugiero que te asocies a aquellos que van a ser de apoyo para ti en este proceso y que potenciarán lo que Dios ha puesto en tus manos. Quizá parte de ese proceso sea buscar un mentor, líder o modelo a seguir, que pueda ayudarte a crecer a nuevos niveles.... yo los he tenido a lo largo de mi vida. Y eso me ha impactado!
9. En el camino haz discípulos
Nunca dejes de pasar a otros que están alrededor tuyo lo que Dios te esta enseñando. Mi mayor influencia no se da desde arriba de los púlpitos, se da abajo, en el mano a mano con la gente, abriendo el corazón, mostrando mis procesos de aprendizaje y desarrollando discípulos transformadores alrededor de mi. Eso afecta e impacta.
10. No te olvides nunca de donde Dios te sacó.
Cuando llegues a ser reconocido, y aplaudido por los hombres, recuerda que nada es por causa tuya, es por causa de El. Ni tu ni yo somos la ultima Coca Cola en el desierto. Tu no eres el centro, es Dios, y nunca olvides que estamos al servicio de Dios y la gente. Dios nos llamo a construir su reino, no nuestro imperio. Si construimos su Reino tendremos el impacto mas grande que podamos imaginar. Nuestro imperio es finito. El suyo no.
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