Inicialmente quería llamar este lugar "Generación Transformadora", pero ya estaba tomado el nombre, así que decidí ponerle "Generación Misionera" que va muy de la mano con lo que pienso: Dios esta levantando una generación transformadora, que al obedecer su voluntad, se convierten en una generación misionera, que proclaman y establecen el reino en su Jerusalén, Judea, Samaria y lo último de la tierra.
Saben una cosa... yo creo en una Generación Transformadora... Creo que Dios ha formado a cada parte del cuerpo con una singularidad única, y con la capacidad de transformar todo lo que esta a su alrededor.
Dios nos creó para ser agentes de cambio, transformadores en todo, aquella pequeña porción de levadura que fermenta toda la masa... Aquellos que al llegar a un lugar pueden cambiar, afectar y transformar todo un lugar, de golpe, o paso a paso. Como Dios lo tenga diseñado y armado, pero dispuestos a ser transformados por Dios para transformar.
Al andar por distintas partes de Europa, Estados Unidos, y Latinoamerica, me encuentro con las mismas dos realidades: aquellos que están cómodos con su situación, que quisieran algo mas pero que el amor a lo que tienen o a su comodidad no les deja, por lo tanto no pueden, y se quedan con la intención.... y por otro lado, están aquellos que entienden que hay algo mas para hacer y buscan desesperadamente el camino para generar un impacto.
A lo largo del mundo Dios esta levantando una generación transformadora. Jóvenes, adultos, con un hambre genuina de ver la voluntad de Dios, de establecer su reino, desenredados de artilugios denominacionales o estructurales, comprometidos 100% con la palabra y su deseo de amar al mundo como Dios lo ama. Aquellos que se estan animando a levantar la mirada, y ver las cosas como Dios las ve, El mismo se esta encargando de abrir ese camino para ser una influencia de camio, en la iglesia, y en el mundo.
Algo así como le ocurrió a Pablo... Acaso el tuvo la determinación de ser un Apostol, evangelista y misionero el primer día que se convirtió?, de ninguna manera.... El solo entendió el evangelio, y obedeció. Todo lo que hizo después de su conversión fue canalizar sus dones, talentos, ímpetu, sabiduría, para que el reino se expandiera. El Espíritu Santo se encargó del resto.
El Espíritu le guió a dónde ir, que hacer, cuando hacerlo, y en su obediencia trastornó el mundo conocido, como cuando llegó a Tesalónica (Hechos 17.6), a Atenas, a Filipos, y tantos lugares mas.
El tenia en mente una tarea para cumplir, y puso todas sus energías y dones en esa dirección. Hoy en día nosotros queremos ser tan influyentes como el... Pero pocas veces estamos dispuestos a pagar el precio de alinear nuestras decisiones con el propósito de vida que Dios nos ha dado. El problema es que queremos tener el gran llamado....pero no queremos pagar el precio de obedecer y dar los pasos que Dios quiere que demos. Dios mismo dijo de él: "—¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre." Hechos 9.15-16 NVI El gran privilegio de anunciar el nombre de Jesucristo en todas las naciones, va de la mano con padecer por Su nombre.
Padecer desvelos, incomprensión, vivir lejos de tu familia, no ver crecer a tus hermanos y hermanas, quizá no ver a tus padres hasta el día de su entierro, padecer persecución por causa del evangelio, padecer aún rechazo de aquellos que no aceptan a Jesús, padecer indiferencia y soledad.
Dios quiere levantar una generación, que como Pablo, de a conocer su nombre a las naciones y a los reyes de la tierra (autoridades y celebridades), (ver video haz click aqui) pero esta tiene que ser una generacion comprometida al 100% con la Palabra, con sus mandamientos, que no venda, prostituya o trance su llamado, un compromiso radical. Con los pies en la tierra, pero viviendo la gloria de Dios paso a paso.
Cuando pensemos de una manera de Reino, alineados con la voluntad de Dios, nuestras prioridades serán transformadas, en base a nuestras prioridades transformadas trazaremos metas que nos ayuden alcanzarlas y para vivir esas metas tendremos que tomar decisiones diarias que nos hagan cumplirlas.
Muchas veces oramos o cantamos: "Dios enciende mi corazón en pasión por ti", o "apasiona mi corazón por lo que te apasiona a ti"... sabes que apasiona el corazón de Dios: Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano. Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!» Apocalipsis 7.9-10 NVI Que las naciones que aun no saben de El le conozcan, apasiona el corazón de Dios. ¿Es realmente su pasión la tuya?
Dios esta levantando una gran generación misionera. Pero tiene un precio. Estas dispuesto a pagarla? El mismo Dios de Pablo sigue obrando a tu favor para ayudarte a cumplir tu parte en el Reino.
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